7/8/10

UNO CRECE


Uno crece cuando no hay vacío de esperanza, ni debilitamiento de
voluntad, ni pérdida de fe.

Uno crece cuando acepta la realidad y tiene aplomo de vivirla.

Cuando acepta su destino, pero tiene voluntad de trabajar para
cambiarlo.

Uno crece asimilando lo que deja por detrás, construyendo lo que
tiene por delante y proyectando lo que puede ser el porvenir.

Crece cuando supera, se valora y sabe dar frutos.

Uno crece cuando abre camino dejando huella, asimila experiencias...
Y siembra raíces.

Uno crece cuando se impone metas sin importarle comentarios ,ni
prejuicios. Cuando da ejemplo sin importarle burlas, cuando cumple
su labor sin importarle los otros pareceres.

Uno crece cuando se es fuerte por carácter, sensible por temperamento
y humano por nacimiento.

Uno crece cuando se enfrenta al invierno aunque pierda las hojas.

Recoge flores aunque tengan espinas y marca caminos aunque se
levante polvo.

Uno crece cuando es capaz de afianzarse con residuos de ilusiones y
encenderse con residuos de amor.

Uno crece cuando se planta para no retroceder.

Cuando se siente águila que no deja de volar.

Cuando se clava como un ancla y se ilumina como una estrella.

Entonces..... uno crece.

GANAR







¡Y QUE AFAN DE GANAR Y GANAR!
La cultura en general y especializadamente la cultura de estadio ha sido siempre, de manera congénita, un instrumento de des-subjetivación política y de control social. Así ha sido en Roma desde el Panem et circenses; y sobre Grecia tenemos el testimonio, indirecto y tardío, de Luciano de Samosata -nació ya en la era cristiana, bajo el dominio del Imperio Romano-, que, en su diálogo Anacarsis o de la gimnasia, se remonta a los tiempos de Solón, al que nos pinta como hospitalario receptor y gentil acompañante de un escita, seguramente rico, Anacarsis, que baja hasta Atenas con el deseo de conocer la cultura y las instituciones de la Hélade. Hay que decir que por "gimnasia" no entiende Luciano solamente la habitual -no sé si cotidiana- de los particulares, sino también la de un estadio -con multitud de espectadores, ya se entiende-; pero en lo que dice de esto último puede haber influido, o por lo menos así lo parece, su conocimiento de los grandes estadios o los circos de la Roma imperial, pues, por añadidura, el texto menciona ya, con veinte siglos de anticipación, la mayoría de los tópicos y gratuidades racionalizadoras y moralizadoras que se reúnen en las actuales apologías del deporte, con la pintoresca coincidencia de que Solón -o más bien el Solón de Luciano de Samosata- las esgrima con la misma inclinación defensiva y encarecedora. Pero Anacarsis no se convence en absoluto por las razones de Solón, y sigue pareciéndole una total indignidad que amigos que no tienen ningún disgusto se peleen rebozados en grasa, en arena, en barro, haciéndose a veces mucho daño y luego sigan tan amigos. A mí esto me ha recordado siempre al Marqués de Bradomín, en la Sonata de estío, de Valle-Inclán, en el pasaje en que dice: "La raza sajona es la más despreciable de la tierra. Yo al ver los puñetazos pueriles y grotescos en la cubierta de la goleta, descubrí una nueva versión de la vergüenza: la vergüenza zoológica".
Que el deporte, actividad sin contenido alguno y sin más objetivo que el de la redundancia de la victoria como fin en sí mismo, haya podido transformarse en contenido principal, por no decir único, de esa mala pasión que es todo patriotismo arroja la más vidriosa sospecha sobre el patriotismo en general, incluido el solo aparentemente no lúdico; ambos, con singular indiferencia respecto de lo cruento o incruento, pertenecen al mismo pragma y tienen el mismo origen. El acreditado grupo de filólogos y antropólogos franceses sobre la cultura griega, formado en torno al gran maestro Gernet, remite dicho origen a los juegos funerarios; por ejemplo, los de las exequias de Patroclo, en la Ilíada, canto XXIII. Parece ser que a toda la subsiguiente y diversificada derivación funcional e institucional puede asignársele por clave la palabra "agón", que yo describiría como relación de competición y de controversia. Yo no he leído nada de Gernet, pero dispongo de la obra de otro miembro del grupo, Marcel Detienne, Los maestros de verdad en la Grecia arcaica, que tiene precisamente a Gernet como el autor incomparablemente más citado, con hasta 45 referencias, de las cuales transcribo aquí la que me parece más idónea y autosuficiente: "En el estudio Droit et sociéte L. Gernet escribe: 'El derecho que empieza a aparecer en escena no lo hace como una técnica especial y profesional: emana, ya como tal, de la vida de los juegos; hay continuidad entre la costumbre agonística y la costumbre judicial". Lo cual apunta al hecho de que el agón se traslada de la competición deportiva a la controversia judicial, pero al fin se conserva en cuanto oposición entre dos partes: en el estadio hay una lucha de cuerpos, en el juzgado hay una de palabras. El extraordinario hallazgo de Gernet sobre el primitivo origen del derecho conforme al esquema de "partes" del agón tiene toda la importancia histórica de un modelo de derecho procesal que pervive todavía hoy: la fórmula dual de controversia entre "acusación" y "defensa" queda perpetuada en el nombre mismo fijado en el derecho: "juicio contradictorio".
No podría haber sido más que la siempre perspicaz e hiperactiva presidenta de la Comunidad de Madrid la que agarrase al vuelo la posibilidad de explotar publicitariamente la ya de por sí desaforadamente delirante explosión de victoria entre los españoles, decidiendo hacer con ella márquetin de Estado, mediante la exposición de la Copa de Oro en la Puerta del Sol, para que todos los madrileños pudiesen adorarla como si fuese el Santísimo Sacramento. Naturalmente, no podía ser más que la auténtica de oro y no una de yeso bañada en purpurina, porque esta sería tan fraudulenta a efectos de irradiar Gracia Santificante como una hostia de cartulina blanca recortada en forma de círculo, y nuestra siempre fidedigna lideresa podría tal vez dar gato por liebre en cualesquiera baratas laicidades o profanas batallitas de una vida política en estado de creciente pequeñez, pero nunca en un rito que ella misma, desde su incontestable Fe en España, desde su congénita y profunda españolez, ha querido instituir con carismática categoría sacramental. Por último, para representar al equipo triunfador, no se ha puesto una camiseta de color rojo, que es, por así decirlo, el color titular de la selección, sino que ha preferido endosar una camiseta verde y con el número 1, lo cual está, en sentido objetivo, enteramente puesto en razón, dado que eran el color y el número de Casillas, que no solo ha sido capitán del equipo, sino también uno de los grandes "héroes" de la Selección. Pero en esto tampoco puede excluirse la motivación de una arrière pensée de nuestra siempre rápida y avispada presidenta, sugerida por el azar de que Casillas sea nativo de la provincia de Madrid, en el sentido de aprovechar el dato para dejar un poco de lado a los catalanes, demasiado numerosos en la Selección y con sus propios "héroes", y sobre todo el otro capitán, aunque en África fuera de servicio, Puyol, con su gol de cabeza viniendo desde atrás, como el tebano Pelópidas en Leuctra contra los espartanos. La publicidad que buscaba nuestra siempre omnipresente hiperpresidenta quería ser central, no, en modo alguno, periférica, y solo la que, por feliz coincidencia, se le ofrecía con el castellano Casillas podía ser, para ella, verdadera publicidad de la ya descaradamente designada como "Marca España".
La explotación publicitaria que por obra del Estado y no menos por los medios de comunicación ha tenido esta famosa Victoria de España, rematada por el obsceno culto de la Puerta del Sol, en que los adoradores de la Copa de Oro recordaban a los de la procesión del Corpus de Toledo, que más que a adorar al Santísimo -cosa que puede hacerse en cualquier parte- parecen haber ido a adorar esa secular montaña labrada en oro y pedrería que es la custodia de Arfe, no puede dejar de provocar un repeluco hacia el deporte en general como el que le hizo decir a Leon Bloi: "Creo firmemente que el deporte es el medio más seguro para producir una generación de cretinos dañinos". A veces, en efecto, tan dañinos como los nazis, acerca de los cuales José Ignacio Barbero en su excelente introducción a su propia selección de distintos autores, que titula Materiales de sociología del deporte, nos da esta información: "Hitler convirtió los Juegos Olímpicos en un asunto de vital importancia para el Estado, en una oportunidad histórica para mostrar al mundo los logros del nacional-socialismo y del Tercer Reich"; y en nota a pie de página da una cita de un manual de Kurt Münch: "Todo atleta y deportista del Tercer Reich debe servir al Estado... El deporte alemán es, en el sentido total del término, político". Todos conocen las acciones y propósitos políticos, inmensamente criminales, que a continuación se perpetraron por mano de los propios seguidores de esa doctrinaria concepción de los deportes.
En fin, el patriotismo es una mala pasión, que, con la ya más arriba mencionada indiferencia ante lo cruento o lo incruento (que me parece que al menos en el fútbol hace sólo 30 años no era así) se sustenta y perpetúa en el hecho de que la Victoria, deportiva o guerrera, sea el único o máximo instrumento de autoafirmación colectiva. La mera idea de "lo colectivo" muchos la ennoblecen, porque no es personal; lo personal suele ser arbitrariamente tachado de individualismo y egoísmo; lo colectivo, en cambio, pertenece al Nosotros. Convendría, por tanto, señalar que el Nosotros no sólo en la gramática es tan persona como el Yo, sino también, por añadidura, como se ha visto en la unanimidad del Totalitarismo, muchísimo peor persona.
Rafael Sánchez Ferlosio es escritor. (Articulo de La cuarta página, El Pais. 7-8-10)

16/7/10

EXPOSICIONES


OTRAS MIRADAS DE CARLOS SAURA


Exposición Temporal
Exposición que profundiza en el conocimiento de la obra cinematográfica de Carlos Saura, pero también en el resto de su ámplia y polifacética actividad profesional, que incluye, además del cine -en la que ejerce labores de director y guionista-, la fotografía, la literatura, el teatro y la danza y, por si eso fuera poco, el dibujo y la pintura. Todas estas actividades, aunque responden aparentemente a diferentes impulsos creativos, comparten una serie de afinidades secretas que se reflejan en los grandes temas en los que se encuadra la actividad de Carlos Saura.
Lugar de Realización
La LonjaDirección: Plaza del Pilar, s/n, Zaragoza- - Teléfono: 976 397 239
Horario: Laborables, de 10 a 14 h y de 17 a 21 h. Festivos, de 10 a 14 h. Lunes, cerrado.
Entidad Organizadora
Ayuntamiento de Zaragoza. Servicio de Cultura, (Servicio de Cultura)Dirección: Torreón Fortea - C/ Torrenueva, 25Tel: 976721440 Fax: 976200260Correo electrónico: cultura-mye@ayto-zaragoza.esHorario:
Lunes a Viernes, de 8 a 15 h
Tipo Entrada
libre

13/7/10

BENEDETTI


Mucho más grave











Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo
eso en verdad no es nada extraordinario
vos lo sabes tan objetivamente como yo.
Sin embargo hay algo que quisiera aclararte.
Cuando digo todas las parcelas,
no me refiero solo a esto de ahora,
a esto de esperarte y aleluya encontrarte.
Y carajo perderte,
Y volverte a encontrar,
Y ojala nada mas.
No me refiero a que de pronto digas, voy a llorar.
Y yo con un discreto nudo en la garganta, bueno llora.
Y que un lindo aguacero invisible nos ampare.
Y quizas por eso salga enseguida el sol.
Ni me refiero a solo a que dia tras dia,
aumente el stock de nuestras pequeñas y decisivas
complicidades,
o que yo pueda creerme que puedo convertir mis reveses
en victorias,
o me hagas el tierno regalo de tu mas reciente
desesperacion.
No.
La cosa es muchisimo mas grave.
Cuando digo todas las parcelas.
Quiero decir que ademas de ese dulce cataclismo,
tambien estas reescribiendo mi infancia,
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes
y los solemnes adultos las celebran,
y vos en cambio sabes que eso no sirve.
Quiero decir que estas rearmando mi adolescencia,
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos,
y vos sabes en cambio extraer de ese paramo,
mi germen de alegria y regarlo mirandolo.
Quiero decir que estas sacudiendo mi juventud,
ese cantaro que nadie tomó nunca en sus manos,
esa sombra que nadie arrimo a su sombra,
y vos en cambio sabes estremecerla
hasta que empiecen a caer las hojas secas,
y quede la armazon de mi verdad sin proezas.
Quiero decir que estas abrazando mi madurez
esta mezcla de estupor y experiencia,
este extraño confin de angustia y nieve,
esta bujia que ilumina la muerte,
este precipicio de la pobre vida.
Como ves es mas grave.
Muchisimo mas grave.
Porque con estas o con otras palabras,
quiero decir que no sos tan solo,
la querida muchacha que sos,
sino tambien las esplendidas o cutelosas mujeres
que quise o quiero.

Por que gracias a vos he descubierto,
(diras que ya era hora y con razon),
que el amor es una bahia linda y generosa,
que se ilumina y se oscurece, según venga la vida,
una bahia donde los barcos llegan y se van,
llegan con pajaros y augurios,
y se van con sirenas y nubarrones.
Una bahia linda y generosa.
Donde los barcos llegan y se van.
Pero vos.
Por favor, No te vayas.

12/7/10

NERUDA


UN 12 DE JULIO NACIO NERUDA


DesnudaDesnuda eres tan simple como una de tus manos:
lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente.
Tienes líneas de luna, caminos de manzana.
Desnuda eres delgada como el trigo desnudo.
Desnuda eres azul como la noche en Cuba:
tienes enredaderas y estrellas en el pelo.
Desnuda eres redonda y amarilla
como el verano en una iglesia de oro.
Desnuda eres pequeña como una de tus uñas:
curva, sutil, rosada hasta que nace el día
y te metes en el subterráneo del mundo
como en un largo túnel de trajes y trabajos:
tu claridad se apaga, se viste, se deshoja
y otra vez vuelve a ser una mano desnuda.

8/7/10

TRANQUILA




Tranquila. No te muevas. Déjame ser tu guía.
Psss..... Por favor. No cierres los ojos. Mírame mientras
intento ser tu fiel confidente, tu sombra perfecta, tu latido excitado.

No temas. Confía en mí. Solo quiero expresarme a través de tu
piel; sentir la conversación que se produce entre el bullir de tu sangre
y el tacto de mis dedos.

Estar tan cerca de tu mejilla que tu rubor sea mi disfraz; que escuche el
respirar de tu cuerpo mezclado con la aceleración del mío.
No. No quiero que tiembles. No quiero que desconfíes.

Déjate llevar por tu instinto, por tus sentimientos, por tu sencillez;
sonríe entre dientes cuando te bese, cuando te toque, cuando te sienta;
escápate de este mundo y navega entre líneas de irrealidad, de fantasía.

No, mi amor, no quiero que estés triste por nada. Suspira por tus momentos
de felicidad; por este momento. Rescata las imágenes de tus sueños y haz
miscelánea de colores.

Tranquila. No tiembles. Solo somos dos adultos envueltos en una funda
infantil de juegos tradicionales;
huyendo de lo cotidiano si lo cotidiano es el resto del mundo, buscando
el oxigeno que canalice nuestras vidas.

Psss... mi amor. ¿Ves? Somos como esos dos peces que, de vez en cuando,
se asoman al exterior para respirar y ver que todo sigue igual.

Solo quiero desfilar entre tus formas y conquistar, poco a poco, la
desconocida ilusión de quien pretende conocer el cielo.

Por favor, no llores. Tus lagrimas son mi dolor y tú, mi antídoto
deseado.

Silencio. Respira. Tenemos todo el día para conocernos. Tenemos toda
la noche para perdernos.

4/7/10

POESIA AL ATARDECER

PROGRAMA: Poesia al atardecer en Zaragoza

9 de Julio: Pulpitum (Museo del Teatro de Caesaraugusta).
A las 21h. Poesía Clásica: Marcial Cátulo, Virgilio

16 de Julio: Sala Goya (Palacio de la Aljafería).
A las 20h. Poesía Andalusí: Avempace IBN Gabirol, Yahya

27 de Agosto: Plaza San Bruno. A las 21h.
Poesía del Siglo de Oro: Quevedo, Góngora, Fray Luis de León


3 de septiembre: Plaza Santa Cruz/Plaza Ariño. A las 21h.
Poesía del Romanticismo: Espronceda, Bécquer, Rosalía de Castro

10 de septiembre: Plaza del Pilar. (Frente al Ayuntamiento). A las 21h.
Poesía del Siglo XX: Miguel Labordeta, Julio Antonio Gómez, Fernando Seral

3/7/10







AMANECER CONTIGO


Hoy he amanecido enganchado a tu piel. Tapando todos tus poros con mi aliento cercano; escondiendo mi cabeza entre tus pliegues naturales, para mi, casi inhumanos, desgastado y forzado por el sueño.

Me he acurrucado a tu lado marcando una línea en la cama. La que separa tu deseo de mi pasión. La que indica que hay calor donde antes hubo llamaradas de fuego y dibujos de humo.

He amanecido queriendo ser parte de ti para intentar resistirme a una vida sin tu sombra; para saborear tus pétalos de pelo en mi boca, para respirar todo tu aroma.

Para enredar mis piernas en las tuyas y jugar a crear figuras imposibles; para que tu cuerpo, desnudo, se ensamble con el mío. Para que el día nos salude agradecido, para empezar a decirnos buenos días envueltos en saliva y silencio.

Hoy he amanecido enganchado a tu piel; agotando las horas que nos quedan para intentar vencer al frío; hoy te he sentido tan cerca que me he creído vencido, derrotado por tu cuerpo y habiendo perdido el sentido. Hoy he cerrado los ojos y perdido mil batallas. Aquellas que nos jugábamos peleando entre las sabanas.

Hoy he amanecido contigo y no quiero que te duermas. Quiero forjarte. Hacerlo con mis manos mientras cierras los ojos para no ver la oscuridad; cubrirte con mi piel hasta formar una capa que confunda las siluetas.

Hablarte despacio, al oído, susurrando tu nombre hasta quedar fijo en el aire. Dibujar fantasías imposibles que tengamos que colorear entre los dos.

2/7/10

QUIERO



Quiero que el beso que te envío
sea cogido al azar entre los suspiros de tu día;
y que encuentres el momento,
cuando la noche te envuelva,
de pegarlo a tu mejilla para sentir
la caricia de un ángel enfermo
que cura sus heridas a través
de tu sonrisa.

29/6/10

POEMAS

DE NOCHE, INVADO TU CAMA


Había sido piedra rugosa que se mantenía inerte, pesada y
silenciosa,
y tus ojos me convirtieron en arena que vuela en busca de
libertad.

Me transformé en agua, después de ser sed, para recorrer tu
cuerpo en busca de otros manantiales.

Llegué a ser tu propio sudor, convertido en mi sudor, mientras
saboreaba lo dulce de tu piel.

Invadía tu sueño, en noches frías de ausencia, apareciendo
transformado en blanca sabana que te cubre.

Te seducía mientras dormías, besándote los labios con roces
de brisa que brotaban de mi alma.

Y tú, sonreías. Sonreías sin saber quien era. Sin saber que
estaba; sin saber que ocurría.

Y en tus fantasías de noche abrazabas la nada que era mi
sombra; compartías la almohada que yo arrugaba.

Y así la piedra se hizo lágrima que se desliza por mi rostro
mientras tu ignoras mi presencia.

Y así, cada noche, esperaba volver a verte escondido entre las
sombras, para decir que te quiero aunque tu no me veas.